MANTENIMIENTO DEL ALUMINIO


Un buen mantenimiento:


  • Alarga la vida útil de su ventana

  • Es la mejor garantía para una buena conservación
  • Evita que las prestaciones de la ventana pierdan rendimiento
El aluminio tiene unas excelentes cualidades, sin embargo, se han de tomar algunas precauciones si deseamos que mantenga toda su funcionalidad y belleza con el paso del tiempo.


LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO

Las carpinterías expuestas a los agentes atmosféricos, pueden ensuciarse en función de las condiciones locales y el grado de humedad del aire. En un ambiente urbano e industrial, los gases y los residuos industriales disueltos en el agua de la lluvia, son los principales responsables del deterioro. La suciedad se concentra principalmente en los ángulos y rincones de las carpinterías, donde se retiene el polvo. También hay que tener en cuenta la suciedad corriente debida a las proyecciones de polvo y las provocadas durante las obras (restos de yeso, polvo de cemento, etc.).


UN MANTENIMIENTO ADECUADO

No utilizar productos abrasivos inadecuados, ya que pueden eliminar la capa protectora de la carpintería. También se evitarán los productos utilizados para limpiar el cobre, la plata o el aluminio en bruto.

Limpie los perfiles de aluminio de dos a tres veces al año, como media. Para ello, utilice agua tibia con un 1% de jabón líquido neutro o similar.

Empape una esponja suave con el producto y frote. Aclare con agua limpia y seque posteriormente con un paño absorbente.

Proceda de la misma forma para limpiar los cristales.

En zonas próximas a industrias químicas a de primera línea de mar, aconsejamos realizar la anterior operación una vez al mes, como mínimo, para evitar las manchas de salitre u otras materias corrosivas.

Los residuos, impurezas y otros cuerpos extraños pueden introducirse entre los railes y alterar la calidad funcional de sus cerramientos (reducción en la evacuación de las aguas de lluvia y disminución de la aireación). Aspire simplemente estos cuerpos extraños con la boquilla pequeña de su aspirador.

Mantenga lubricados los mecanismos (cerraduras, cremonas, accesorios): ponga un poco de aceite lubricante mediante el aplicador en todos los mecanismos de accionamiento de sus carpinterías. Eventualmente utilice un pincel para que el aceite penetre mejor. Cuidado: no ponga aceite en las ruedas de las hojas correderas ya que son autolubricantes.

Antes de iniciar obras, piense en proteger sus carpinterías. Las manchas de cemento, de pintura o de yeso, resultan difíciles incluso imposibles de quitar. Ponga una cinta protectora adecuada sobre los perfiles y las juntas que retirará una vez hayan terminado las obras.







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